sábado, 23 de junio de 2012
viernes, 15 de junio de 2012
Capítulo XVI En el Apolo y después
El ambiente en el café Apolo
apenas se empezaba a formar, por la bocinas sonaba el final de “Empty Spaces”
de Pink Floyd, las mesas estaba casi llenas, se había corrido el rumor de que
nuestra banda regresaría con la alineación original, por lo que la concurrencia
en el café era un poco mayor que la habitual cuando había tocadas de bandas,
“The Metal” de Tenacius D ya empezaba a prender al público. Estábamos un poco
nerviosos, todos los instrumentos ya se encontraban en su lugar, cada uno de
nosotros se había ido por su lado para saludar a amigos y conocidos, yo, por mi
parte, buscaba a Sonia y Violeta, pasaba las mesas esperando encontrarlas, solo
faltaban quince minutos para empezar la tocada, así que tomé una mesa para
apartárselas.
-Hola
Alberto-dijo detrás de mí Sonia, venia tomada de la mano de Violeta, ambas,
vestían ropa negra con metales.
-Hola,
por poco y llegan tarde, ¿Cómo estas Violeta?-dije mientras la saludaba.
-Bien-respondió
con una sonrisa- Oye Alberto, Sonia me dijo que hoy tú vas a tocar con “The
Anonimus”.
-Si,
en la bataca, fue de puro churro que los encontré hoy, ya me iba cuando me
dijeron de la tocada.
-¿Van
a tocar lo de siempre o ya le metieron algo de metal?-preguntó Sonia.
-Pues
sí, casi lo mismo, metimos unas cuantas de metal, pero básicamente siguen las
de nosotros, Hard Rock, alternativo, Britpop, bueno, de todo un poco.
-Que
bien-contestó-Por lo menos no nos aburriremos, tienen una buena mezcla para
todo gusto en su repertorio.
-LOS
INTEGRANTES DE LA BANDA POR
FAVOR PASAR A TOMAR SUS LUGARES-nos llamaba una voz por el sonido.
-Bueno
me voy, nos vemos al final.
-Suerte-dijeron
ambas.
Ya estando todos reunidos atrás
del escenario, solo nos dimos un abrazo grupal y subimos a tomar nuestro lugar.
Empezamos
directo con “Try To Stay & Say”, la vieja
conocida de nuestra banda, fue coreada por algunos asistentes que solían
frecuentar nuestras tocadas, el ambiente se empezaba a encender cuando tocamos
“Cherry Cola” un cover de The Eagles Of Death Metal.
-¡¿Qué les pareció?!-gritó Hugo al
terminar el cover-¡¡¡The Anonimus está de vuelta más fuerte que antes!!!
Un grito de
aprobación vino del público, la mayoría ya estaba de pie, cerca del escenario,
mientras que más atrás se veía a Sonia con Violeta, estaban abrazadas y
aplaudían junto con el resto del público.
-Bien, ahora un poco de metal,
¡Agárrense que ‘ora si vamos a rezar!-rugió Hugo
Oscar e Isaac
empezaron con los riffs de “Master Of Puppets”, simplemente el ambiente estalló
en el Apolo, todos coreaban la canción, Hugo se movía de un lado al otro del
escenario, Oscar sacaba unas rápidas y poderosas notas de su guitarra
Fender e Isaac tocaba con un profundo y
preciso bajeo en su bajo Gibson, mientras tanto, yo me desenvolvía de una
manera casi simbiótica con mi batería Pearl, agregando remates extra, redobles
y toques con los toms, tarola, contratiempos, en fin, una gala de las
habilidades cultivadas tras años de práctica de cada uno de nosotros.
No dejamos ni
respirar a los asistentes cuando ya empezábamos con “Breaking The Law”, “The
Number Of The Beast” y “Night Crawler” de Judas Priest, y ni bien se habían
recuperado sus gargantas de gritar con estas, ya nos arrancábamos con “Seek And
Destroy” para cerrar el bloque de metal que teníamos preparado.
-¡¿Les gustó la misa
metalera?!-preguntó Hugo al público-Pues ahora tocaremos unas rolas más y un
poco de Rock bien acá.
Marqué cuatro
tiempos y empecé con el redoble y remate de “Shine” de Mr. Big, coreada solo
por algunos asistentes, aquellos que se veían un poco mayores, pero el ánimo
retorno cuando tocamos “TNT”, “Back In Black” y “Highway To Hell” de AC/DC, le
seguimos derecho con “Walk This Way” de Aerosmith, “Paranoid” y “Heaven &
Hell” de Black Sabbath y cerramos ese bloque con “Bad To The Bones” de Stephen
Wolf.
-Bien, ahora nos dedicaremos a una
mezcla de géneros, iremos desde britpop hasta punk, si tienen alguna rola que
nos quieran pedir, no más nos dicen, y si nos la sabemos, nos la chutamos.
-¡¿No tienen “Gothic Girl”?!-gritó
desde el fondo Violeta.
-Órale pues-contesto Hugo-A petición
de la señorita le seguimos con esa rola, ¡Calvo, Oscar, arránquense!
Tocamos la
canción, por sobre la batería vi como Sonia y Violeta se envolvían en un abrazo
y un profundo beso, seguimos tocando hasta el final, cuando terminamos Hugo se
acerco a mí.
-¿Oye ya viste que es Sonia con
quien se estaba besando esa chava?
-Si, ya sabía, ¿Qué tiene?
-¿No te molesta, no te resulta
extraño?
-Para nada, es su decisión y la
respeto-dije-Ya, vamos a seguirle.
Me miro con cara
de “ah… bueno” y regresó al frente para atender las peticiones del público, que
pedía a los Strokes, los Artic Monkeys, Keane, los Ramones y varias bandas más
de las cuales teníamos un cover o varios.
La tocada siguió
entre peticiones de canciones nuestras y covers de todo tipo, Sonia se acerco
para pedir “Nothing In My Way” de Keane y regresó al lado de
Violeta como diciéndole “Se que te gusta y estos tipos se la saben”, ya casi
habíamos rebasado las tres horas de tocada y todos estábamos muertos, cubiertos
de sudor, pero felices de comprobar que la vieja química del grupo no se había
perdido y que incluso se había hecho más fuerte, cerramos la tocada con
“Another Brick On The Wall” de Pink Floyd.
-Eso es todo, ¡Gracias!, para
quiénes no nos conocen nos presentamos-gritó Hugo-En la guitarra tenemos al
hombre barbado que ríe, alias el peludo: Oooooscar.
Oscar salió un
poco hacia delante tocando un rápido y melodioso solo en su Fender negra.
-En el bajo tenemos al hijo prodigo
de la colonia Morales-agregó Hugo-El buen Isaac.
Isaac le sacó
jugo a su instrumento con un bajeo que casi vuela las ventanas del lugar.
-Tras la batería-dijo Hugo-Rasgando
el cuero con sus baquetas, tenemos a ¡¡Alberto, alias Calvo “piernas locas”
McCoy!!
Riendo por el
chiste, saqué un pequeño solo en mi batería Pearl.
-Yo soy Lord Hugo-continuó Hugo,
mientras tocaba un solo en su teclado Yamaha-¡¡Buenas noches gente del Apolo!
-¡Anonimus!, ¡Anonimus!, ¡Anonimus!,
¡Anonimus!-gritaba la gente mientras dejábamos el escenario.
-Ay wey ya tenía rato que no
tocábamos tanto-dijo Isaac, y se vio la mano derecha-Ya me jodí más las yemas
de los dedos.
-Si no mames, me duele la garganta
de tanto gritar, chale, si se acostumbra uno a no esforzar la voz-decía Hugo
con voz algo rasposa.
-Pues para mí no fue tanto-dijo
Oscar-Solo me duele un poco la muñeca.
-Bueno eso es porque tú estás
estudiando música, no inventes creo que mañana voy a amanecer con la pata
entumida, tenía como tres años sin tocar por más de una hora-comenté.
Seguimos
platicando y haciendo bromas, nos sentamos juntos en una mesa, de inmediato nos
sirvieron unas cervezas frías y me di cuenta que moría de sed, de las mesas de
alrededor nos felicitaban y nos pedían hasta uno que otro autógrafo o una foto
con la banda.
-Vaya, si que mejoraron con el
tiempo-dijo Sonia sentándose en nuestra mesa junto con Violeta.
-No creí que se supieran esa
canción-añadió con un poco de sorpresa Violeta-Sonia me dijo que la pidiera
nada más para molestar.
-Ah es que esa la había propuesto
Alberto para dedicársela a Sonia en una tocada, pero como tronaron, pues ya no
la tocamos-respondió Isaac.
-Y les salen muy bien los covers de
Keane-continuó Violeta-No jueguen “Nothing In My Way” les salió idéntica.
-Son las favoritas de este mono-me
señaló Oscar-Siempre las ensayamos hasta que a él le parecen iguales.
Hugo miraba
fijamente a Violeta con una cara extrañada, y de repente Sonia soltó.
-¿Qué tanto le ves? Es mía.
-¿Son novias?-pregunto
-Si, lo somos ¿Y qué?
-Ya, ya, ya, no más decía.
-Ay Calvo-dijo Oscar mientras me
daba una palmada en la espalda-Otra en la que se aplica el “Efecto grapas”.
-Bueno ya es tarde-dijo Isaac viendo
su reloj-Casi son las dos y media, desconectemos y guardemos las cosas para
regresar a guardarlas en la bodega.
Empezamos la
labor con ayuda de Sonia y Violeta, desconectamos amplificadores, guardamos los
cables, micrófonos y demás equipo en sus cajas, yo me encargue personalmente de
desarmar mi batería con gran cuidado, subimos las cosas a la camioneta y las
llevamos a la bodega, nos despedimos de la banda, quedaron de llamarme si se
presentaba otra tocada.
-¿Les parece bien si damos un paseo
por el parque?-propuso Sonia.
-Está bien-acordé-Total, me voy a
quedar en la camioneta.
-¿Te vas a quedar ahí?-se sorprendió
Violeta-No inventes, si no tienes donde quedarte, podemos ir al departamento.
-¿Todavía lo rentan?-me extrañé-¿No
que ya las habían comprendido en sus casas?
-Si, pero todavía lo rentamos, para
cuando tenemos ganas de hacer, eemmmm…Cosas-respondió Sonia.
-Ah, ya veo.
Caminamos un poco
más por las calles del centro, íbamos comentando de las canciones de la tocada
y me proponían algunas que quizá quedarían en nuestro repertorio.
-Oye Alberto ¿Qué es el “Efecto
grapas”?-preguntó Violeta al cabo de un rato-¿A qué se refería tú amigo Oscar
con eso?
-Amm, pues es un término que se le
ocurrió a estos weyes cuando notaron que casi todas mis ex-novias se volvían
lesbianas o bisexuales.
-Pues que chafa-dijo Sonia.
-Así es-acordó una voz fría y seca-Que chafa.
Me quedé
petrificado al ver a Aljeos, era la última persona que esperaba encontrar aquí,
aunque Alberto había dicho que era probable que se encontrara en la ciudad. No
venía solo, lo acompañaba una tipo alto, fornido, de un aspecto osco y hostil.
-¿Ves? Te lo dije Aljeos, te dije
que esta perra llevaría a mi querida a ese lugar a ver a la banducha de tu
fuente-comenzó a decir el acompañante de Aljeos.
-Ya, cállate-le espetó Aljeos con
desesperación-Veo que es cierto lo que decías, ellas dos ahora son pareja.
-Déjame matar a Sonia, quiero que
pague por quitarme a mi querida, ¡Quiero que su sangre corra por el suelo!-dijo
maniáticamente.
-¿Otra vez con lo mismo Misael?-dijo
Sonia con un tono autoritario-¿Acaso no entiendes?
-¡¡Cierra la boca maldita
mujer!!-gritó y le dio un fuerte golpe en la cara que la tiró en el suelo,
Violeta rápidamente la atendió.
-¿Qué te pasa?-grité.
-No te metas Alberto-dijo Aljeos con
una malévola cara de diversión-No te gustará estar entre una bestia y su presa,
créeme, no te gustará.
-Está bien-dijo Sonia levantándose
con ayuda de Violeta.
-¿Cómo que está bien?-exclamé-¿Quién
es este tipo?
-Es Misael-contestó Violeta-Es un
pretendiente que rechacé hace tiempo, nos ha estado persiguiendo desde hace
unos meses, siempre había soltado amenazas hacia Sonia, pero esta es la primera
vez que hace algo así.
-Ella me la quitó, siempre la he
amado y fue por su culpa que me dejara-comenzó a decir frenéticamente-Ella me
ha robado todos los besos y caricias que eran para mí, ¿Entiendes? ¡¡Para mí!!
No descansaré hasta que ella muera y así me podré quedar con Violeta.
-Además Alberto-empezó a decir
Aljeos-Para José esto es una abominación y te culpa por esto, él desea acabar
con ellas.
Ni bien había
terminado Aljeos de decir esto, Misael ya me tenía tomado por el cuello,
Violeta trato de impedirlo, pero Aljeos la había tomado por la cintura y tenía
a Sonia tomada por el cuello.
-¡¡Tú no vas a destruir a mi joya
blanca!!-decía con una voz iracunda-¡¡Te destruiré primero!!
-Haces eso y te mató-le amenazó
Aljeos-Te dije que tenías prohibido matarlo, con ellas puedes hacer lo que quieras.
Misael me propinó
un puñetazo en la cara y remató todo con un rodillazo al estomago, dejándome
fuera de combate, Aljeos soltó a Violeta, agarró más fuerte a Sonia, Misael se
acercaba lentamente a Violeta que estaba casi petrificada, solo un leve temblor
en todo su cuerpo rompía con la rigidez, Sonia forcejeaba con Aljeos, pero no podía zafarse del agarrón de
él.
Fue entonces que
sucedió, al igual que aquella vez con Ingrid, me levanté súbitamente y alcancé
a Misael antes de que siquiera pusiera un dedo sobre Violeta, lo tomé por el
hombro y le di la vuelta, entonces hundí mi puño en su vientre, empujé y empujé
hasta casi sacar sus intestinos, lo agarré del cabello y azoté su cara contra
el pavimento, repetí este movimiento unas cinco veces, después lo molí a
patadas, hasta que me aseguré que estaba inconsciente, Violeta y Sonia veían
sorprendidas tal despliegue de furia e ira, Aljeos tenía una cara de profunda
exaltación, una sádica sonrisa se dibujó en su rostro.
-¡¡Este es el Alberto que quería
conocer!!-dijo y apretando más el cuerpo de Sonia, agregó-¿Qué vas a hacer?
-DÉJALA-dije con una voz casi
animal.
-Pues ven por ella-respondió
altanero.
Avancé hacia él,
lo quité de en medio y lo separé de Sonia, con una cara de sorpresa, Aljeos se
quedo parado, me miró divertido por un instante y soltó una larga carcajada.
-¿Ves el poder tu furia?-comenzó a
decir con malévolo deleite-Un poder que te niegas a usar, al que solo recurres
cuando estas al borde del precipicio.
No le respondí,
me lancé contra él y nos enfrascamos en una pelea de puño limpio, dándonos los
mejores golpes que cada uno tenía, improvisando llaves y aventando cualquier
suerte de golpe que se nos pudiera ocurrir.
-Ves todo ese poder-dijo luego de
escupir sangre y, tras limpiarse un hilo que salía de su boca, continuó-Siempre
ha estado ahí, latente, esperando para ser liberado o utilizado ¿Para qué lo guardas?
Dominándome un
poco, me limpié la tierra y sangre y solo le dije.
-Para usarla protegiendo a algo que
quiero-dije mirando a Sonia y luego lo volví a ver, lanzándole una mirada
asesina.
-¿Por qué? Si ya ni le interesas, te
dejó y ahora toda su preocupación es por
ella.
Volteé a verlas,
Sonia y Violeta contemplaban en silencio tan extraña escena, entonces le
respondí a Aljeos.
-Y si es feliz así, no dejare que
alguien destruya su felicidad, mucho menos yo.
Aljeos me miro
interrogativamente y agregó.
-Vaya, que cerca estas de la
integración, Alberto y J. Alberto no estaban equivocados-dijo encogiéndose de
hombros, dio la media vuelta y agregó levantando la mano izquierda-Tal vez no
debí tratarlos tan mal, como sea, nos vemos en la restructuración, ya veremos
cómo sales de esa.
Me desplomé en el
suelo y respiraba con dificultad, los coágulos en la nariz apenas dejaban pasar
aire a mis pulmones, traté de sacar la mayoría, en eso Sonia me puso la mano en
el hombro.
-Gracias-dijo quedamente.
Volteé a verla,
su ojo derecho estaba hinchado y abrazaba tiernamente a Violeta, que parecía
refugiarse en el regazo de su madre.
-No fue nada.
Me levanté
pesadamente, lentamente regresamos por la camioneta y emprendimos el camino al
departamento, pasamos por una farmacia para comprar algo de material para
curaciones y también compramos hielos en una vinatería. Una vez en el
departamento, me lave la cara y termine de sacar todos los coágulos que tenía,
Violeta se ofreció a hacer las curaciones,
ya que sabía un poco de primeros auxilios, preparó bolsas con hielo para
el ojo de Sonia y para las hinchazones de mi cara. Todo en silencio, tratábamos
de descansar lo más que se pudiera de tan tensa situación
-Jamás te había visto así-dijo Sonia
al fin-Sorprende verte de esa manera.
-Pero sirvió Sonia-comentó
Violeta-No nos paso nada grave, por cómo estaba Misael, quizá me hubiera
violado y a ti…
Calló las últimas
palabras y las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas, Sonia la abrazó de
nuevo y le dio un beso, ella sollozó más fuerte, con la mirada Sonia me pidió
que las dejara a solas, salí del cuarto por un momento y pensé como sería la
reestructuración, miraba por la ventana hacia la calle, el sabor de la sangre
seguía fresco en mi boca, esta vez no estuvieron las lágrimas de Ingrid para
detenerme. Después de un rato, salieron, y Sonia se acerco a mí, me dio un
abrazo y dijo.
-De nuevo, gracias, la
protegiste-agregó al soltarme.
-Pero fue mi culpa-objeté-Si no
hubiera estado Aljeos.
-Nada de eso-respondió Violeta-Se
necesita ser más fuerte para vencerse a uno mismo.
Tenía razón, será
necesaria más fuerza para poder afrontar la restructuración, casi a las cuatro
de la madrugada nos dispusimos adormir. Ellas se quedaron en la cama y yo en
una bolsa de dormir.
Creo que pronto
todo llegará a su fin.