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viernes, 15 de junio de 2012

Capítulo XVI En el Apolo y después



El ambiente en el café Apolo apenas se empezaba a formar, por la bocinas sonaba el final de “Empty Spaces” de Pink Floyd, las mesas estaba casi llenas, se había corrido el rumor de que nuestra banda regresaría con la alineación original, por lo que la concurrencia en el café era un poco mayor que la habitual cuando había tocadas de bandas, “The Metal” de Tenacius D ya empezaba a prender al público. Estábamos un poco nerviosos, todos los instrumentos ya se encontraban en su lugar, cada uno de nosotros se había ido por su lado para saludar a amigos y conocidos, yo, por mi parte, buscaba a Sonia y Violeta, pasaba las mesas esperando encontrarlas, solo faltaban quince minutos para empezar la tocada, así que tomé una mesa para apartárselas.

            -Hola Alberto-dijo detrás de mí Sonia, venia tomada de la mano de Violeta, ambas, vestían ropa negra con metales.
            -Hola, por poco y llegan tarde, ¿Cómo estas Violeta?-dije mientras la saludaba.
            -Bien-respondió con una sonrisa- Oye Alberto, Sonia me dijo que hoy tú vas a tocar con “The Anonimus”.
            -Si, en la bataca, fue de puro churro que los encontré hoy, ya me iba cuando me dijeron de la tocada.
            -¿Van a tocar lo de siempre o ya le metieron algo de metal?-preguntó Sonia.
            -Pues sí, casi lo mismo, metimos unas cuantas de metal, pero básicamente siguen las de nosotros, Hard Rock, alternativo, Britpop, bueno, de todo un poco.
            -Que bien-contestó-Por lo menos no nos aburriremos, tienen una buena mezcla para todo gusto en su repertorio.
            -LOS INTEGRANTES DE LA BANDA POR FAVOR PASAR A TOMAR SUS LUGARES-nos llamaba una voz por el sonido.
            -Bueno me voy, nos vemos al final.
            -Suerte-dijeron ambas.

Ya estando todos reunidos atrás del escenario, solo nos dimos un abrazo grupal y subimos a tomar nuestro lugar. Empezamos directo con “Try To Stay & Say”, la vieja conocida de nuestra banda, fue coreada por algunos asistentes que solían frecuentar nuestras tocadas, el ambiente se empezaba a encender cuando tocamos “Cherry Cola” un cover de The Eagles Of Death Metal.

            -¡¿Qué les pareció?!-gritó Hugo al terminar el cover-¡¡¡The Anonimus está de vuelta más fuerte que antes!!!

Un grito de aprobación vino del público, la mayoría ya estaba de pie, cerca del escenario, mientras que más atrás se veía a Sonia con Violeta, estaban abrazadas y aplaudían junto con el resto del público.

            -Bien, ahora un poco de metal, ¡Agárrense que ‘ora si vamos a rezar!-rugió Hugo

Oscar e Isaac empezaron con los riffs de “Master Of Puppets”, simplemente el ambiente estalló en el Apolo, todos coreaban la canción, Hugo se movía de un lado al otro del escenario, Oscar sacaba unas rápidas y poderosas notas de su guitarra Fender  e Isaac tocaba con un profundo y preciso bajeo en su bajo Gibson, mientras tanto, yo me desenvolvía de una manera casi simbiótica con mi batería Pearl, agregando remates extra, redobles y toques con los toms, tarola, contratiempos, en fin, una gala de las habilidades cultivadas tras años de práctica de cada uno de nosotros.

No dejamos ni respirar a los asistentes cuando ya empezábamos con “Breaking The Law”, “The Number Of The Beast” y “Night Crawler” de Judas Priest, y ni bien se habían recuperado sus gargantas de gritar con estas, ya nos arrancábamos con “Seek And Destroy” para cerrar el bloque de metal que teníamos preparado.

            -¡¿Les gustó la misa metalera?!-preguntó Hugo al público-Pues ahora tocaremos unas rolas más y un poco de Rock bien acá.

Marqué cuatro tiempos y empecé con el redoble y remate de “Shine” de Mr. Big, coreada solo por algunos asistentes, aquellos que se veían un poco mayores, pero el ánimo retorno cuando tocamos “TNT”, “Back In Black” y “Highway To Hell” de AC/DC, le seguimos derecho con “Walk This Way” de Aerosmith, “Paranoid” y “Heaven & Hell” de Black Sabbath y cerramos ese bloque con “Bad To The Bones” de Stephen Wolf.

            -Bien, ahora nos dedicaremos a una mezcla de géneros, iremos desde britpop hasta punk, si tienen alguna rola que nos quieran pedir, no más nos dicen, y si nos la sabemos, nos la chutamos.
-¡¿No tienen “Gothic Girl”?!-gritó desde el fondo Violeta.
            -Órale pues-contesto Hugo-A petición de la señorita le seguimos con esa rola, ¡Calvo, Oscar, arránquense!

Tocamos la canción, por sobre la batería vi como Sonia y Violeta se envolvían en un abrazo y un profundo beso, seguimos tocando hasta el final, cuando terminamos Hugo se acerco a mí.

            -¿Oye ya viste que es Sonia con quien se estaba besando esa chava?
            -Si, ya sabía, ¿Qué tiene?
            -¿No te molesta, no te resulta extraño?
            -Para nada, es su decisión y la respeto-dije-Ya, vamos a seguirle.
           
Me miro con cara de “ah… bueno” y regresó al frente para atender las peticiones del público, que pedía a los Strokes, los Artic Monkeys, Keane, los Ramones y varias bandas más de las cuales teníamos un cover o varios.

La tocada siguió entre peticiones de canciones nuestras y covers de todo tipo, Sonia se acerco para pedir “Nothing In My Way” de Keane y regresó al lado de Violeta como diciéndole “Se que te gusta y estos tipos se la saben”, ya casi habíamos rebasado las tres horas de tocada y todos estábamos muertos, cubiertos de sudor, pero felices de comprobar que la vieja química del grupo no se había perdido y que incluso se había hecho más fuerte, cerramos la tocada con “Another Brick On The Wall” de Pink Floyd.

            -Eso es todo, ¡Gracias!, para quiénes no nos conocen nos presentamos-gritó Hugo-En la guitarra tenemos al hombre barbado que ríe, alias el peludo: Oooooscar.

Oscar salió un poco hacia delante tocando un rápido y melodioso solo en su Fender negra.

            -En el bajo tenemos al hijo prodigo de la colonia Morales-agregó Hugo-El buen Isaac.

Isaac le sacó jugo a su instrumento con un bajeo que casi vuela las ventanas del lugar.

            -Tras la batería-dijo Hugo-Rasgando el cuero con sus baquetas, tenemos a ¡¡Alberto, alias Calvo “piernas locas” McCoy!!

Riendo por el chiste, saqué un pequeño solo en mi batería Pearl.

            -Yo soy Lord Hugo-continuó Hugo, mientras tocaba un solo en su teclado Yamaha-¡¡Buenas noches gente del Apolo!
            -¡Anonimus!, ¡Anonimus!, ¡Anonimus!, ¡Anonimus!-gritaba la gente mientras dejábamos el escenario.

            -Ay wey ya tenía rato que no tocábamos tanto-dijo Isaac, y se vio la mano derecha-Ya me jodí más las yemas de los dedos.
            -Si no mames, me duele la garganta de tanto gritar, chale, si se acostumbra uno a no esforzar la voz-decía Hugo con voz algo rasposa.
            -Pues para mí no fue tanto-dijo Oscar-Solo me duele un poco la muñeca.
            -Bueno eso es porque tú estás estudiando música, no inventes creo que mañana voy a amanecer con la pata entumida, tenía como tres años sin tocar por más de una hora-comenté.

Seguimos platicando y haciendo bromas, nos sentamos juntos en una mesa, de inmediato nos sirvieron unas cervezas frías y me di cuenta que moría de sed, de las mesas de alrededor nos felicitaban y nos pedían hasta uno que otro autógrafo o una foto con la banda.

            -Vaya, si que mejoraron con el tiempo-dijo Sonia sentándose en nuestra mesa junto con Violeta.
            -No creí que se supieran esa canción-añadió con un poco de sorpresa Violeta-Sonia me dijo que la pidiera nada más para molestar.
            -Ah es que esa la había propuesto Alberto para dedicársela a Sonia en una tocada, pero como tronaron, pues ya no la tocamos-respondió Isaac.
            -Y les salen muy bien los covers de Keane-continuó Violeta-No jueguen “Nothing In My Way” les salió idéntica.
            -Son las favoritas de este mono-me señaló Oscar-Siempre las ensayamos hasta que a él le parecen iguales.

Hugo miraba fijamente a Violeta con una cara extrañada, y de repente Sonia soltó.

            -¿Qué tanto le ves? Es mía.
            -¿Son novias?-pregunto
            -Si, lo somos ¿Y qué?
            -Ya, ya, ya, no más decía.
            -Ay Calvo-dijo Oscar mientras me daba una palmada en la espalda-Otra en la que se aplica el “Efecto grapas”.
            -Bueno ya es tarde-dijo Isaac viendo su reloj-Casi son las dos y media, desconectemos y guardemos las cosas para regresar a guardarlas en la bodega.

Empezamos la labor con ayuda de Sonia y Violeta, desconectamos amplificadores, guardamos los cables, micrófonos y demás equipo en sus cajas, yo me encargue personalmente de desarmar mi batería con gran cuidado, subimos las cosas a la camioneta y las llevamos a la bodega, nos despedimos de la banda, quedaron de llamarme si se presentaba otra tocada.

            -¿Les parece bien si damos un paseo por el parque?-propuso Sonia.
            -Está bien-acordé-Total, me voy a quedar en la camioneta.
            -¿Te vas a quedar ahí?-se sorprendió Violeta-No inventes, si no tienes donde quedarte, podemos ir al departamento.
            -¿Todavía lo rentan?-me extrañé-¿No que ya las habían comprendido en sus casas?
            -Si, pero todavía lo rentamos, para cuando tenemos ganas de hacer, eemmmm…Cosas-respondió Sonia.
            -Ah, ya veo.

Caminamos un poco más por las calles del centro, íbamos comentando de las canciones de la tocada y me proponían algunas que quizá quedarían en nuestro repertorio.

            -Oye Alberto ¿Qué es el “Efecto grapas”?-preguntó Violeta al cabo de un rato-¿A qué se refería tú amigo Oscar con eso?
            -Amm, pues es un término que se le ocurrió a estos weyes cuando notaron que casi todas mis ex-novias se volvían lesbianas o bisexuales.
            -Pues que chafa-dijo Sonia.
            -Así es-acordó  una voz fría y seca-Que chafa.

Me quedé petrificado al ver a Aljeos, era la última persona que esperaba encontrar aquí, aunque Alberto había dicho que era probable que se encontrara en la ciudad. No venía solo, lo acompañaba una tipo alto, fornido, de un aspecto osco y hostil.

            -¿Ves? Te lo dije Aljeos, te dije que esta perra llevaría a mi querida a ese lugar a ver a la banducha de tu fuente-comenzó a decir el acompañante de Aljeos.
            -Ya, cállate-le espetó Aljeos con desesperación-Veo que es cierto lo que decías, ellas dos ahora son pareja.
            -Déjame matar a Sonia, quiero que pague por quitarme a mi querida, ¡Quiero que su sangre corra por el suelo!-dijo maniáticamente.
            -¿Otra vez con lo mismo Misael?-dijo Sonia con un tono autoritario-¿Acaso no entiendes?
            -¡¡Cierra la boca maldita mujer!!-gritó y le dio un fuerte golpe en la cara que la tiró en el suelo, Violeta rápidamente la atendió.
            -¿Qué te pasa?-grité.
            -No te metas Alberto-dijo Aljeos con una malévola cara de diversión-No te gustará estar entre una bestia y su presa, créeme, no te gustará.
            -Está bien-dijo Sonia levantándose con ayuda de Violeta.
            -¿Cómo que está bien?-exclamé-¿Quién es este tipo?
            -Es Misael-contestó Violeta-Es un pretendiente que rechacé hace tiempo, nos ha estado persiguiendo desde hace unos meses, siempre había soltado amenazas hacia Sonia, pero esta es la primera vez que hace algo así.      
            -Ella me la quitó, siempre la he amado y fue por su culpa que me dejara-comenzó a decir frenéticamente-Ella me ha robado todos los besos y caricias que eran para mí, ¿Entiendes? ¡¡Para mí!! No descansaré hasta que ella muera y así me podré quedar con Violeta.
            -Además Alberto-empezó a decir Aljeos-Para José esto es una abominación y te culpa por esto, él desea acabar con ellas.
           
Ni bien había terminado Aljeos de decir esto, Misael ya me tenía tomado por el cuello, Violeta trato de impedirlo, pero Aljeos la había tomado por la cintura y tenía a Sonia tomada por el cuello.

            -¡¡Tú no vas a destruir a mi joya blanca!!-decía con una voz iracunda-¡¡Te destruiré primero!!
            -Haces eso y te mató-le amenazó Aljeos-Te dije que tenías prohibido matarlo, con ellas puedes hacer lo que quieras.

Misael me propinó un puñetazo en la cara y remató todo con un rodillazo al estomago, dejándome fuera de combate, Aljeos soltó a Violeta, agarró más fuerte a Sonia, Misael se acercaba lentamente a Violeta que estaba casi petrificada, solo un leve temblor en todo su cuerpo rompía con la rigidez, Sonia forcejeaba con  Aljeos, pero no podía zafarse del agarrón de él.

Fue entonces que sucedió, al igual que aquella vez con Ingrid, me levanté súbitamente y alcancé a Misael antes de que siquiera pusiera un dedo sobre Violeta, lo tomé por el hombro y le di la vuelta, entonces hundí mi puño en su vientre, empujé y empujé hasta casi sacar sus intestinos, lo agarré del cabello y azoté su cara contra el pavimento, repetí este movimiento unas cinco veces, después lo molí a patadas, hasta que me aseguré que estaba inconsciente, Violeta y Sonia veían sorprendidas tal despliegue de furia e ira, Aljeos tenía una cara de profunda exaltación, una sádica sonrisa se dibujó en su rostro.

            -¡¡Este es el Alberto que quería conocer!!-dijo y apretando más el cuerpo de Sonia, agregó-¿Qué vas a hacer?
            -DÉJALA-dije con una voz casi animal.
            -Pues ven por ella-respondió altanero.

Avancé hacia él, lo quité de en medio y lo separé de Sonia, con una cara de sorpresa, Aljeos se quedo parado, me miró divertido por un instante y soltó una larga carcajada.

            -¿Ves el poder tu furia?-comenzó a decir con malévolo deleite-Un poder que te niegas a usar, al que solo recurres cuando estas al borde del precipicio.

No le respondí, me lancé contra él y nos enfrascamos en una pelea de puño limpio, dándonos los mejores golpes que cada uno tenía, improvisando llaves y aventando cualquier suerte de golpe que se nos pudiera ocurrir.

            -Ves todo ese poder-dijo luego de escupir sangre y, tras limpiarse un hilo que salía de su boca, continuó-Siempre ha estado ahí, latente, esperando para ser liberado o utilizado ¿Para qué lo guardas?

Dominándome un poco, me limpié la tierra y sangre y solo le dije.

            -Para usarla protegiendo a algo que quiero-dije mirando a Sonia y luego lo volví a ver, lanzándole una mirada asesina.
            -¿Por qué? Si ya ni le interesas, te dejó  y ahora toda su preocupación es por ella.

Volteé a verlas, Sonia y Violeta contemplaban en silencio tan extraña escena, entonces le respondí a Aljeos.

            -Y si es feliz así, no dejare que alguien destruya su felicidad, mucho menos yo.

Aljeos me miro interrogativamente y agregó.

            -Vaya, que cerca estas de la integración, Alberto y J. Alberto no estaban equivocados-dijo encogiéndose de hombros, dio la media vuelta y agregó levantando la mano izquierda-Tal vez no debí tratarlos tan mal, como sea, nos vemos en la restructuración, ya veremos cómo sales de esa.

Me desplomé en el suelo y respiraba con dificultad, los coágulos en la nariz apenas dejaban pasar aire a mis pulmones, traté de sacar la mayoría, en eso Sonia me puso la mano en el hombro.

            -Gracias-dijo quedamente.

Volteé a verla, su ojo derecho estaba hinchado y abrazaba tiernamente a Violeta, que parecía refugiarse en el regazo de su madre.

            -No fue nada.

Me levanté pesadamente, lentamente regresamos por la camioneta y emprendimos el camino al departamento, pasamos por una farmacia para comprar algo de material para curaciones y también compramos hielos en una vinatería. Una vez en el departamento, me lave la cara y termine de sacar todos los coágulos que tenía, Violeta se ofreció a hacer las curaciones,  ya que sabía un poco de primeros auxilios, preparó bolsas con hielo para el ojo de Sonia y para las hinchazones de mi cara. Todo en silencio, tratábamos de descansar lo más que se pudiera de tan tensa situación

            -Jamás te había visto así-dijo Sonia al fin-Sorprende verte de esa manera.
            -Pero sirvió Sonia-comentó Violeta-No nos paso nada grave, por cómo estaba Misael, quizá me hubiera violado y a ti…

Calló las últimas palabras y las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas, Sonia la abrazó de nuevo y le dio un beso, ella sollozó más fuerte, con la mirada Sonia me pidió que las dejara a solas, salí del cuarto por un momento y pensé como sería la reestructuración, miraba por la ventana hacia la calle, el sabor de la sangre seguía fresco en mi boca, esta vez no estuvieron las lágrimas de Ingrid para detenerme. Después de un rato, salieron, y Sonia se acerco a mí, me dio un abrazo y dijo.

            -De nuevo, gracias, la protegiste-agregó al soltarme.
            -Pero fue mi culpa-objeté-Si no hubiera estado Aljeos.
            -Nada de eso-respondió Violeta-Se necesita ser más fuerte para vencerse a uno mismo.

Tenía razón, será necesaria más fuerza para poder afrontar la restructuración, casi a las cuatro de la madrugada nos dispusimos adormir. Ellas se quedaron en la cama y yo en una bolsa de dormir.

Creo que pronto todo llegará a su fin.

2 comentarios:

Muy interesante como siempre, y al filo de la "butaca" esperando lo que pueda pasar después :)

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