Derechos algo reservados

Eres libre de utilizar el contenido de este blog tanto para tareas, antologías y más, pero reconociendo la fuente y siempre y cuando no tengas própositos comerciales, si no, te buscaré y mataré (bueno no, pero te jalaré las patas mientras duermes) Sobre advertencia no hay engaño
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 3.0 Unported License.

sábado, 31 de agosto de 2013

Selective Wounds 2

2

Pero volvamos a la cita que tenían el día de hoy, pues, aunque Noel todavía no le proponía que fuera su novia, la idea ya había rondado sus pensamientos varias veces, solamente que nunca encontraba la manera correcta de hacerlo.

            -¿Para qué es todo eso de las empresas?-Pregunta Julieta-Es que se me hace bien raro todo eso.
            -Pues disque es para inculcar el espíritu emprendedor en todos nosotros –dice Noel con falso entusiasmo-. Pero a mi parecer, hasta el momento ha sido un desperdicio de tiempo y dinero.
            -Pero algo bueno ha de dejar ¿No? –pregunta y Noel le regresa una mirada sarcástica-. ¿Nada? Ja ja ja ja, entonces creo que sí, es una manera muy babosa de perder el dinero.
            -Psssseeee –Dice Noel, mira su reloj y la voltea a ver-Oye, de verdad que me la estoy pasando genial, pero me tengo que ir.
            -¿Ya? ¿Tan rápido?-se extraña Julieta-¿Pues qué hora es?
            -Las 5.
            -¡¿Ósea que llevamos 5 horas de vagos?!
            -Eso parece –sonríe Noel.
            -Esta bien jovencito-dice Julieta mordiendo la punta de su dedo índice-. Pero te acompaño a tu depa y te dejaré en la terminal.
            -Ja ja ja-ríe Noel-Como gustes.

Caminan tomando rumbo hacía el departamento de Noel, para llegar, toman un camión que los deja cerca, pero tienen que atravesar un mercado que se había colocado en ese día, pasan por entre los puestos de fruta y la gente, se separan para poder avanzar más rápido, se voltean a ver y ríen, vuelven a juntarse poco antes de salir del mercado. Llegan al complejo de edificios donde vive Noel, caminan hacia el edificio “V”, entran y se detienen frente al apartamento 104.

            -Bueno ya llegamos –dice Noel atropelladamente-. ¡Nos vemos!
            -Déjame adivinar –Lo  detiene Julieta con una mirada acusadora-. Todo está desordenado ¿Verdad?
            -Desordenado es una palabra muy…
            -¿Corta?
            -El lugar parece zona de guerra –dice  pasándose una mano por la cabeza y cerrando un ojo.
            -Bueno, pasa por tu maleta, yo te espero allá abajo.

Noel entró rápidamente a su departamento, en la sala reinaba el caos, revistas y envolturas de chatarras sobre la mesa, chamarras  y suéteres en el sofá, en el suelo había boronas de comida, latas de cerveza y botellas de refresco volcadas, unos tenis se secaban colgados de la ventana, en la mesa había platos y vasos de la cena del día anterior y las sillas tenían trapos.

El cuarto era un desastre total, la cama completamente deshecha, con cinturones, playeras, calcetines colgando de la cabecera. A un lado de la cama estaba un estéreo, con pilas de cd’s, películas, revistas y algunas monedas. Bajo la cama había un revoltijo de zapatos, tenis y botas, en una esquina estaba la maleta con la ropa sucia que Noel iba a lavar llevando a casa de sus padres. De una patada levantó la tapa de la maleta, la cerró y la sacó del cuarto, tomó un billete de manos de un Optimus Prime que tenía cerca de la salida y bajó de tres en tres las escaleras.

            -Listo-dijo Noel sacudiéndose las manos-Vámonos.
            -¡Vaya, que rápido! ¿Seguro que no te falta nada?
            -Yo creo que no… Bueno, ordenar y eso, pero ya cuando regrese.
            -Flojo –le recriminó Julieta.

Salen del edificio y caminan por los jardines que separan a la unidad de la avenida, cruzan el puente peatonal para llegar a la parada de los camiones que acercan a Noel al metro para llegar a la terminal de autobuses. Ya en la terminal, Noel se acerca a una panadería a comprar unas donas para su viaje y en una tienda cercana compra unos cafés.

            -Ahora me toca invitar a mí.
            -Gracias Noel, oye ¿Nos podemos ver otro día?
            -¡Claro! –dijo-. Cuando quieras ¿Te late el jueves? Total, ese día tendremos medio día de clases.
            -Esta bien –acordó Julieta-. Nos vemos en tu depa el jueves a la una. Espero que ahora sea un lugar apto para chicas. Bye –Se despidió con un beso en la mejilla.

            -Hasta luego –dice Noel y cuando Julieta se da la vuelta para regresar a la estación del metro, ve como se pierde entre la multitud, se toca la mejilla, sonríe y se dispone a abordar su autobús.

1 comentarios:

Tuve que regresarme a leer el anterior, ya no me acordaba, la historia va amena, esperemos a ver que pasa, saludos

Publicar un comentario