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viernes, 2 de noviembre de 2012

¡Viva Calavera! Feliz Día de muertos


Hey!! Feliz día de los muertos!! Un poco floja la entrada, pero hey! si se portan bien quizá y pueda tener lista la portada del Clay-More 2 en estos días 


domingo, 21 de octubre de 2012

Capítulo XX Los quince años parte III


-Confusión-

Había sido un fin de semana intenso, más por la resurrección de el motor S2, el segundo intento de volver con Sonia, pero no creo que sea exactamente el mismo, tiene una especie de aumento en los deseos carnales, me asusta, desplaza por completo a Ingrid de mis pensamientos, aunque sé que se toparía con una negativa, este motor es muy agresivo.

No mostraba seña alguna de la tormenta interior que tenía, centraba todas mis fuerzas en mantener una fachada estable, por suerte, aunque lamente decirlo, Ingrid me llamó para decir que saldría de la ciudad por la semana pero que llegaría para la fiesta.

            -Perdón Alberto, pero tengo que ir a hacer algunos trámites a mi casa.
            -Na, no hay problema-respondí-¿Pero llegarás?
            -Si-contestó-Llego directo a la fiesta, ¿la dirección está en la invitación que me diste?
            -Ajá, está en la tarjeta.
            -Bueno-dijo-Nos vemos en la fiesta.

Si Ingrid me hubiera visto, habría adivinado todo lo que me pasaba, parece que ella pudiera ver a través de mí y peor, la hubiera entristecido por el sentimiento por Sonia y el egoísmo que lo alimentaba.

Pasaron los días y la fecha de la fiesta se acercaba, ya había enviado la batería con Hugo para que todo estuviera listo a la hora de la tocada, afinamos algunos detalles como los horarios por teléfono. Me aterraba esa fecha y ni estaba muy seguro por qué, todo en mi cabeza era muy confuso, no sabía qué era lo que pasaría pero, pasase lo que pasase, todo estaría bien, ni si quiera tenía idea de por qué tenía la certeza de que todo saldría bien, es como si solo lo supiera.

Tomé la libreta de mis versos y escribí:

¿Debería? ¿Podría? ¿Te tendría?

No, no lo sé, te quiero destruir y no puedo, siempre hay algo por lo que no puedo, te deseo y sé que no te tengo, sin embargo sigo aquí, de terco.

Me has asustado, has cambiado, los años no pasaron en vano, ya no eres la misma a la que quise, y sigo en este juego de no irme.

He perdido las esperanzas, he perdido cientos de corazones, la sangre está seca y me desgarro el alma en miles de direcciones.

Vagué, vago y vagaré perdido en mi propia inmundicia, creada por tanto deseo y codicia, me desvelo por recuerdos, por viejas noticias.

Aquí ya no queda nada, este cascarón viejo se ha roto, las cadenas han sido retiradas y tiemblo, mis piernas no me aguantan, me caigo y me arrastro, las luces me espantan.

Siempre perdí la dirección, jamás acepté ayuda, nunca vi las señales, creí tener la razón, termine encerrado dentro de mi propia prisión.

¿Importa si digo que te amo? No, no tiene sentido, el amor es algo de lo que me he desentendido, lo tuve, lo perdí y lo busco, pero se ha escondido.

Pese a las oportunidades y la ayuda, no veo más allá de mis propias necedades, pienso que la mano que tomo es la de mis ilusiones.

Vuelvo a lo mismo, es un cabaret vicioso, un círculo que recorro por simple ocio, sigo cualquier indicio, cualquier seña que yo me crea como algo precioso.

Ya no quiero seguir en esto, es un infierno, un tormento, alguien por favor, ayúdenme, sáquenme, ¡Libérenme!

Corro, escapo, no hay más paredes ni inhibiciones, seré libre este viernes.

Ya un poco liberado por escribir eso, me senté y cerré los ojos.
 […]

-Extraña reconciliación-

Pasaban de las tres de la tarde, tenía una hora que había salido, pero no tenía ganas de irme, me paseaba por los pasillos y me sentaba cuando ya me había aburrido. Después de una media hora de andar deambulando por el colegio me topé con Fernanda, estaba sola, sentada en la biblioteca leyendo un libro de informática, sin pensármelo mucho me senté al lado y dije:

            -¿Haciendo tarea?
            -Eeeeh, pues sí-dijo mientras me miraba con un gesto de sorpresa-¿Y ahora ese milagro de que me estés hablando?
            -Pues creo que era cuestión  de tiempo-contesté-Ya ha pasado un buen rato, ¿Un año?
            -Si-continuó mientras hizo un poco de lado su libro-Parece que fue ayer cuando apenas y salíamos por primera vez, entonces de repente todo se vino abajo.
            -Estábamos apenas en el primer semestre en este colegio-recordé-Quizá, solo éramos dos chiquillos jugando a quererse.
            -Ja ja ja-rió ante el comentario-¿Y eso de dónde te lo robaste?
            -Pues a veces llego a tener buena vena poética muchacha.

Seguimos charlado por un buen rato, como creí que nunca podríamos volverlo a hacer, de repente, recordé la escena de cuando Aljeos me atacó.

            -Oye ¿es cierto que te gusta mi primo?-pregunté-Qué yo sepa solo vino una vez a visitarme, poco antes de que termináramos.
            -Pues solo lo dije porque sabía que estabas cerca-se ruborizó un poco mientras lo decía, pero se puso sería al continuar-Pero de haber sabido que te atacarían poco después, no habría dicho eso.
            -Ya veo-dije y me recargué sobre mi lado derecho-Y dime ¿Ya tienes novio?, los rumores dicen que tienes uno.
            -Ah, pero si ahora hasta rumores andas escuchando-dijo divertida-Pues sí, es una amigo de Andrés, se llama Sebastián, es un buen chico, pero tenía un poco de miedo que tú lo supieras, piensa que por cómo eres de raro, lo puedas golpear o hacerle vudú.
            -Chale-dije dejando caer un poco mi cabeza cómicamente-¿Esa es la idea que tiene la gente de mí?
            -Pues yo escuche de él que vio como dejaste golpeado a un tipo fuera de un bar, ¿Es eso cierto?-me preguntó apuntándome con su lapicero.
            -Pues sí-admití un poco despreocupado-Pero estaba molestando a una chica, así que fue justificado.
            -Pero según dicen, el tipo tenía varios huesos rotos y estuvo un buen tiempo en el hospital-añadió.
            -Ay-dije con cara de sorpresa-Creo que se me fue la mano.

Reímos, en eso llegaron sus amigas y se fue con ellas, también pasó Andrés por ahí y me fui con él.

            -¿Estabas platicando con ella?-me preguntó asombrado-¿Desde cuándo…?
            -Hace poco menos de media hora-respondí antes de que terminara su pregunta.
            -¿Pero cómo?-volvió a preguntar incrédulo.
            -¡No tengo la más mínima idea!-exclamé entre risas y le puse un mano en la espalda-¿No quieres ir a comer?

Salimos de la biblioteca y fuimos a comer en la cafetería escolar.

[…]

domingo, 14 de octubre de 2012

Clay-More tirita suelta


Puaaaaaaaaaaaf!!! La verdad que este trabajo me trae cnasadísimo, y apenas y me da tiempo de hacer unos monitos muy simples en una hoja blanca roba... Errrrr prestada de una oficina de por ahí, pero me estoy divirtiendo mucho, conozco gente y lugares nuevos. Nos leemos en algún momento y en algún lugar.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Clay-More 13


Listo!! El emocionante fin de primer capítulo de Clay-More!! Si hay suerte, la próxima semana ando subiendo un boceto de la portada del 2 :D

domingo, 23 de septiembre de 2012

Capítulo XX Los Quince Años, Parte 2


-Ensayos-

Tomando un poco de aire, Hugo empezó a tocar la trompeta para “Silence is talking” de Reverend and The makers, una canción nueva para la tocada en la fiesta, aparte, teníamos algunas rolas japonesas que Estela me había encargado, como nos iban a pagar, ellos las tocaban, pero no creo que se queden en el repertorio de la banda.

        -Chale, esto de tocar trompeta y cantar no es fácil-dijo Hugo-¡Y encima tocar el teclado!
        -Si, pero la rola esta buena-añadió Isaac-¿De dónde la sacaste Alberto?
        -Ah, pues como estaba viendo la tele en casa de Sonia, paso el grupo en un show nocturno y pues me latió-conté- Pero no creí que Hugo quisiera tocar la trompeta.
        -Pero como nos pagan…-comentó Oscar.
        -Y por cierto calvo-empezó Hugo-¿Cómo fue que Sonia termino así?
        -No sé a ciencia cierta, pero pues es su decisión y respeto eso.
        -Mientes-dijo Isaac-Por dentro te estás derrumbando por saber por qué y en intentar volver con ella.

Me quede callado, era cierto en una parte, yo quería saber por qué, que la llevo a eso, pero me di cuenta que el motor S2, el segundo intento de relación con ella, estaba volviendo a la vida, pero reprimí ese sentimiento y solo dije.

        -Bueno ya, vamos a seguirle porque este es el último ensayo.
        -Por mí no hay problema que te salgas por la tangente-me recriminó Isaac.

Seguimos tocando por un buen rato, se habían agregado varias canciones nuevas, y el repertorio para la fiesta era particularmente largo, sentíamos que debíamos durar en el escenario para que se justificara nuestro pago.

Marque cuatro tiempos y empezamos con una canción de Mew.

[…]

Ya eran las seis de la tarde cuando empezamos el último ensayo de la coreografía, como era un ensayo general, las chicas llevaban un abanico y nosotros un par de guantes blancos.

Empezamos.

Cuenta dos pasos y uno en falso, dos pasos y uno en falso, bien, ahora, ocho pasos hacía enfrente, vuelta a la derecha, marca tres pasos y da uno, repítelo diez veces, listo ahora de regreso, rayos, la mano de Sonia esta tibia, como antes, bueno, ya no te desconcentres, ¿en qué iba? ¡Así! Bueno, ahora armamos el túnel, bien, pasan las parejas por debajo, una, dos, tres, nos toca, pasamos y volvemos formar el túnel, ahora de regreso, ahora,  semicírculos y más pasos, listo, ahora los dos círculos: uno de chicos que rodea al de chicas, bien, queda enfrente Sonia, vaya su silueta a mejorado, bueno, ahora a girar en el sentido contrario de ellas, dando un paso cruzado de izquierda y derecha, listo, ahora al revés, bien. Parejas de nuevo, viene el vals y listo.

Salí de este trance cuando recibí una palmada de Sonia.

        -¡Ey!, ya acabamos, suelta mi mano.
        -¿Eh?-dije-Lo siento.
        -Estas como que ido-me contestó y me miro raro-¿No fumaste cosas en el ensayo con la banda?
        -No-contesté-Es solo unos detalles que ando pensado.
        -¿Es la chica de la que hablábamos el otro día?
        -Es otra cosa-continué y bajé la mirada-Es algo tonto, no debería estar pensándolo.
        -Ya, ya, no te pongas de mal viaje-añadió Sonia.

Después de que nos despedimos del resto, los hermanos de Sonia se iban directo a la casa, ella y yo todavía iríamos a dar un paseo por el parque.

Pese a que traté de no despertar sospechas por el S2, me comporte un poco extraño, olvidé por completo a Ingrid y me centré por completo en Sonia, en su cuerpo, en su plática, todo era ella, estaba embelesado.

        -Oye, mira, tienes lonjitas aquí-dijo mientras me tocaba la cadera-Ja ja ja ja, ya no estás tan seco como antes.
        -Bueno-contesté-Al menos, algunas reservas debo de tener ¿no?
        -¿Y por qué no haces nada?-añadió dando más toquecitos-Te dejas tocar muy fácil.
        -¿Para qué?, da igual, casi no es nada.
        -¡Ah!-exclamó-¡Fácilote!
        -No es eso-dije y, al voltear, rocé un poco su pecho-Bueno ya déjame ¿no?
        -¿Mmmmm?-se extrañó-Te pusiste raro.
        -¿Y Violeta?-dije de rápido para salir al paso con la conversación-Pensé que la invitarías.
        -Si lo hice-respondió-Pero estaba ocupada, tenía que ordenar su cuarto.
        -Ya veo-dije.

Ya estaba, que poco se necesito para “reactivar” el S2, pero tiene algo de diferencia, algo que antes no tenía, como si hubiera sido modificado, con un ansia de satisfacción carnal enorme. Seguimos platicando, yo solo la veía, todo era para alimentar a ese motor, a ese deseo.

[…]

sábado, 15 de septiembre de 2012

Capítulo XX Los Quince Años -Parte 1



-Risas-


Ya había pasado un mes y medio de ensayos de la coreografía y el vals, igual que de ensayos con la banda, que curiosamente estaban muy animados con la tocada, la fecha de la fiesta se acercaba cada vez más, afortunadamente coincidía con el inicio de una semana de descanso, lo que facilitaba muchas cosas. En el colegio las cosas avanzaban normalmente, ningún sobresalto en las nuevas materias, de hecho, la convivencia se había vuelto un poco más amena en mi salón, por lo menos con Adriana, Sara y Adam. La clase en que mejor la pasamos es ética, no porque nos agrade, si no porque siempre estamos bromeando en ella, poco antes de salir de esa clase, mientras el profesor dictaba su tarea se me ocurrió algo muy gracioso.

            -Oigan, oigan-dije entre el dictado del profesor-Golpeemos a un niño huérfano, ¿Qué va hacer?, ¿Decirle a sus padres?

Y rompimos a reír, todo habría salido bien si nuestras risas y en particular las de Adriana y Sara no fueran tan ruidosas, el profesor interrumpió su dictado y nos reprendió.

            -Si tan graciosa les parece la ética-dijo-Pónganse a leer esta constitución y quiero que se aprendan los derechos fundamentales y sus bases en la ética.

Nos dejó una gruesa constitución, yo la tomé y esperé a que se diera la vuelta e hice el ademán de que lo iba a golpear con ella.

            -¡¿Quiere sentir sus derechos?!
            -¡Ya cálmate!-dijo Adriana conteniendo la risa-Nos van a sacar.
            -¿Pues qué hiciste en las vacaciones pasadas que cambiaste tanto de actitud?-preguntó Adam.
            -Solo salí con mis amigos del bachiller, volvía a tocar con mi banda y ya.
            -¿Y los viernes por qué sales corriendo de la última clase?-dijo Sara.
            -Ah eso, pues es que, Ammn, es que voy a ensayar para unos quince años-contesté.

De nuevo estallamos en risas y el maestro no nos soporto más, dijo algo sobre que no teníamos educación o algo así, no lo oímos, solo entendimos que nos saliéramos del salón y que quería esos derechos repetidos 30 veces para poder volver a entrar a su clase, ya estando afuera, fuimos a una de las salas comunes del colegio a sentarnos mientras esperábamos a que comenzara la siguiente clase.

            -¿Y cómo es tu coreografía chambelancito?-dijo Adam
            -Pues es un baile con máscaras, así como del estilo de las del carnaval de Venecia-Respondí
            -Ja ja ja-rió Adriana-Ya te imagino con tu trajecito de pingüino…
            -Y tu mascarita-añadió Sara haciendo una máscara con sus manos en su cara
             -Pero en verdad que has cambiado, digo, antes no te reías tanto con nosotros, te ibas por tu lado y no hacías tantas bromas en clases, y mira ahora ¡Hasta de clase nos sacaron!-dijo Adam.
            -Si y yo te vi el otro día paseando por el centro con una muchacha-continuó Sandra.
            -Chale, ya parece que me quieren interrogar, pero sí, he cambiado un poquito, pero creo que cambiaré más en estos días de descanso.
            -Y ¿esa chica es tu novia?-preguntó Adriana
            -No, pero en eso estamos, le daré una respuesta regresando del descanso.
            -Bueno-dijo Adam-Pero no más no la riegues.

Entramos a tomar la última clase, de la cual, por suerte, al profesor le agradan nuestras bromas.

            -Pero ustedes no se ríen de cosas graciosas-nos comenzó a decir el profesor-Bueno, su humor es más…
            -Intelectual-completó entre risas Adriana.
            -Si-dije-Nuestros chistes son del estilo “Y entonces, un cateto le dice al otro ¡Oye! ¿Dónde está la hipotenusa?”

Nos carcajeamos otra vez y terminando la clase me fui al gato negro a ver a Ingrid, como ya me habían dado mi invitación para la fiesta quería saber si ella vendría conmigo.

            -¿Podrás ir?
            -Claro que iré, vaya, me es un poco extraño de tu parte, ¿No que no te agradaban las fiestas?-comentó.
            -Ah, pues es que no es una fiesta cualquiera-empecé-Aparte de que la temática no es tan común, va a tocar mi banda y soy parte de la coreografía, además estarán todos mis amigos del bachiller.
            -Vaya-dijo mientras dejaba su tasa en la mesa-Una reunión completa con tus amigos.
            -Te van a caer bien, son agradables.

Ingrid tomó mi mano y me dijo.

            -¿Ya tienes tu respuesta?

Le puse mi otra mano en la cabeza y le revolví el cabello cariñosamente.

            -Aún no, pero no desesperes-la tranquilicé-Esto del amor es como cocinar, le da una sazón especial a la vida, pero si te pasas en algo o lo agregas antes de tiempo, echa a perder todo.
            -Tienes razón, ahora eres más extraño, usando analogías así…-hizo una pausa y me miro recelosa-¿Quién eres tú y que le has hecho a Alberto?

Me reí con ganas, terminamos nuestros cafés y salimos a pasear un rato. Cerca de las ocho de la noche la dejé en su casa y me fui a dormir a la mía, tenía que llegar temprano a los últimos ensayos.

[…]

viernes, 14 de septiembre de 2012

Clay-More 12


A las carreras y mal hechote pero aquí esta el Clay-More que medio pude hacer perdido en los pueblos de por Tlatlauquitepec, Zaragoza, Xiutetelco (???!!) y Teziutlán :D. Con la aparición especial de mi dude Leo y la siempre linda y adorable Rouse Black