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miércoles, 9 de enero de 2013

Capítulo XX Los quince años parte VI


-Escenario Nº 2-
Motor S2

Tres años atrás

Alberto estaba tumbado boca arriba en su cama, tenía en sus manos su teléfono móvil y revisaba algunos de los mensajes que había intercambiado con Sonia, su, ahora, ex novia, mientras estaba en Guanajuato de viaje con sus padres.

            “Oye, ya llevamos un rato de novios y no te he preguntado esto, pero, ¿Qué es lo que piensas de mí? (Me adelanto a tu respuesta: Un freak…)” decía su mensaje.
            “No pienso eso, eres un chico que dice lo que piensa y no se lo guarda, no como yo, que suelo guardarme todo”
            “Ah, qué bueno, yo pienso que has de guardar esos pensamientos por que debes tener una razón para hacerlo, eres seria y reservada, pero cariñosa con este torpe XD”
           
Pasó por alto algunos mensajes hasta llegar a otros que abrió y revisó.

            “Hoy mis tíos y mis padres se pusieron a hablar de parejas y me preguntaron si tenía, les dije que sí y me dijeron que te cuidara, que nos lleváramos bien”
            “Chale, ni que nos fuéramos a casar XP”
            “No, eso ya lo sé, lo nuestro tarde o temprano terminará, pero te confesaré que me encantaría casarme contigo”

Un gato negro se puso a maullar, sacándolo del trance en el que estaba, lo levantó y lo llevó a dónde estaba su comida, lo había conseguido para Sonia, pese a haber terminado, seguían llevándose bien y salían de vez en cuando, esto había hecho creer al joven baterista que todavía tenía una posibilidad de “regresar” con ella, escribía planes e incluso temarios para hacer “exploraciones” sobre los posibles resultados de proponerle volver  a Sonia, todos sus resultados indicaban una posible negativa.

Esto lo pensaba debido a que hubo un tiempo en el que ella lo rechazaba un poco e incluso se mostraba un poco hostil, pero Alberto seguía ahí, deambulando, esperando por la más mínima migaja de cariño para alimentar a su “Motor S2”, terminó que inventó él para llamar así a una segunda relación con Sonia, a la primera le llamó S1.

            -Bien gato-dijo rascándole la cabeza al animalito-Me has costado un poco de trabajo, pero contigo planeo volver con Sonia, cosa que dudo que resulte, pero no me quedaré sin hacer nada.

El gato se relamió los bigotes y se le quedo viendo, caminó por el departamento siguiendo los pasos del joven, desde un tiempo antes de que Sonia terminara con él, se había encerrado por mucho tiempo en su departamento, dibujando en las paredes, haciendo dibujos al carbón en varias hojas, o solo permanecía tumbado en su cama, apenas y tenía ánimos para hacer sus tareas e ir al bachiller, pero sus amigos lo hacían olvidar a ratos su dolor. Pero ese día estaba particularmente inquieto, había conseguido el gato para regalárselo a Sonia, además, esa misma tarde le propondría regresar, escribía versillos en un libreta, corregía algunos y borraba otros, dibujaba bocetos que no terminaba, cerca de las seis de la tarde metió al gato en su jaula y partió hacia el café en el que siempre se veían.

Sonia ya lo esperaba afuera, parecía que se despedía con afecto de una chica, pero Alberto no notó nada de esto, estaba completamente sumido en su plan. Se saludaron y Sonia acarició al gato a través de la jaula.

            -Gracias por el gato Albert-le dijo-Ahora, ¿A qué te refieres con un motor S2?
            -Pues-respondió-Básicamente es una segunda relación contigo, tú eres la única que ha dejado una huella en mi vida.
            -Ya me lo temía-suspiró y puso la jaula del gato en el suelo-Mira, eso no es posible, lo hecho, hecho está, me he topado con varias chicas a las que les gustas, pero estas tan obsesionado conmigo que ni siquiera te has dado cuenta de ellas, te empezaste a aislar de los demás, has comenzado a cultivar una soledad y te has forjado el ideal de que si no estás conmigo, no estarás con nadie, lo que necesitas es más contacto humano.
            -Pero todo el contacto humano que quiero, quiero que venga de ti-replicó Alberto-Pero ahora ya se con certeza que eso no es posible, pero debía sacar esto de mi pecho, yo solamente te amo, aunque no sea correspondido.
            -Alberto-dijo Sonia-Yo no sabría que decirte.
            -¡Entonces miénteme!-contestó desesperado-¡Di que todo eso fue un error, que nada va a cambiar! ¡¿Qué soy yo si no puedo estar contigo?!
            -Mira-le tomó la mano-Todo este dolor por el que estas pasando es de tu propia creación, deja de aislarte y de encerrarte en tú mundo.
            -Tienes razón-dijo un poco más relajado-Perdona toda esta escenita.
            -Explotaste más suave de lo que me esperaba-respondió Sonia con una sonrisa.

[…]

Me sentía poco mareado, todas estas escenas las tenía por completo olvidadas, eran los recuerdos que fueron apiñados en un rincón de mí ser y fueron abandonados ahí, con la esperanza que se esfumaran.
           
            -Vaya-dijo José-Lo estas tomando muy bien, mejor de lo que esperaba.
            -¿Ahora qué es lo que sigue?-pregunté un poco entrecortadamente.
            -Viene algo que en verdad dejaste de lado-contestó Alberto-Los deseos carnales, pero en vista que solo los alimentaste con imágenes de Sonia se creó el motor S3, pero no es precisamente un modelo “S”.
            -¿Otro motor? ¿Y como que es S pero no es S?
            -Así es-dijo José-Pero este tiene una particularidad, es un motor al que no le importa que mujer se encuentre cerca, siempre empieza a trabajar con la que tiene a su alcance, ahora, esto puede ser perjudicial o beneficioso.
            -Es un “modelo” curioso-comentó Alberto-Puede ser terriblemente destructivo o tener una gran fuerza creadora.
            -Pero dejemos que tú lo descubras-interrumpió J. Alberto. 

De nuevo todo se puso negro.

[…]

1 comentarios:

Ya extrañaba leerte y como siempre la historia interesante.

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