Ciudad
de…Tres años atrás.
“Rayos, es tarde, después de esa
estancia fuera casi no he visto a Sonia, diablos, también el doctor que se le
ocurre operarme mañana, pero ¿Quién me manda a tener las piernas tan
destrozadas?, ahora tengo que ganar algo de tiempo antes de que sea caso
perdido, y luego esta noche tengo un ensayo con la banda, no, no, esto no se ve
bien, tengo un mal presentimiento.”
Estos eran los pensamientos de un
delgado muchacho de aspecto algo desgarbado y un poco ingenuo, que caminaba
apurado por las calles de una ciudad, apretando un poco el paso al cruzar la
calle se detiene ante un portón negro y toca el timbre, juguetea un poco con
las plantas cercanas hasta que le abren.
-Hola
Alberto-le saludó una señora-¿Cómo estás?
-Bien,
gracias-respondió el muchacho-¿Esta Sonia?
-Si,
ahorita le hablo-dijo la señora-¡Sonia, hija, te busca Alberto!
Se asomó a la terraza una chica
de aspecto desarreglado, un poco oscuro y completamente vestida de negro, la
mitad de su largo cabello le cubría una parte del rostro, le saludo con una
sonrisa y le hizo una seña para que subiera. El joven entró a la casa, subió de
tres en tres los escalones, y tocó la puerta del cuarto de la chica.
-Pasa-le
contestaron del interior.
Abrió la puerta y se encontró a
Sonia sentada en su cama leyendo, su mirada le dijo que cerrara la puerta y
pusiera el seguro, era lo que él esperaba.
-¿Qué
hay?-le dijo.
-Pueeeesssss-le
respondió-Mucho, pero mal repartido.
-Je
je-rió-¿Cómo te fue en tu viaje?
-Bien-dijo
el muchacho-Mis abuelos están muy bien de salud, los primos andaban jodiendo,
algunas compras, un paseo a Morelia…lo normal.
-Ah-contestó
la chica-Pues mis padres nos llevaron a mí y
mis hermanos a visitar una tía en la capital, pasamos los días en un
hotel donde se escuchaban extraños gemidos a toda hora.
-Eh,
creo que esos gemidos eran de…
-Si,
ya lo sé.
-Correcto-contestó
el joven-¿Qué te parece si vamos por un café?
-Si-dijo
la muchacha-Andando.
Salieron a la calle y se tomaron
de la mano, suceso que era extraño para el muchacho, por lo que la estrecho con
fuerza y puso todo su empeño en grabar el momento en su memoria, caminaron
juntos por la calle hasta llegar a el pequeño café que solían frecuentar.
-Buenas
tardes-los saludó el mesero que siempre los atendía-¿Dos cafés italianos?
-Si,
por favor-respondieron al mismo tiempo.
Se sentaron en la acogedora mesa
cerca de la salida que solían ocupar, de inmediato les llevaron una canastita
con galletas y les dispusieron el azúcar para los cafés.
-Mañana
me van a operar-dijo el joven.
-¿Ah
sí?-preguntó la chica-¿Para qué?
-Pues
al parecer el ortopedista quiere retirar el material que me puso en las
rodillas hace dos años-contestó-Por ello no podré caminar en casi un mes.
-¿Ósea
que esta será la última vez que te vea en este mes?
-Me
temo que sí.
Por toda respuesta la muchacha se
inclino hacia delante y le dio un pequeño beso.
-Considéralo
un pequeño adelanto de lo que viene.
-¿Lo
que viene?-se extraño el chico.
-Pues-dijo-Tengo
que darte lo que en este mes te daría.
El joven se ruborizó un poco y
tomó un trago de su café, ya sabía lo que pasaría después de tomar esa tasa.
Tres
horas más tarde. 8:30 pm.
Después de su “adelanto” del mes,
el joven se dirigió a una bodega que rentaba junto con su banda, “The
anonimus”, iba con media hora de retraso, y como era él el que tenía las
llaves, sus compañeros estaban sentados afuera esperando a que llegara.
-Pinche
Alberto-le gritó el guitarrista-Ya tenemos media hora aquí sentados como weyes
esperando a que llegaras.
-Oh,
perdón-dijo-Es que fui a ver a alguien.
-Nada
que, se me hace que fuiste a ver a Sonia mugre Calvo-dijo el vocalista y
tecladista.
-Ah…este…mmm…Nooo,
¿Cómo creen?-Dijo el chico mientras abría la puerta y todos entraban a la
bodega. Era un lugar algo amplio, donde se encontraban las guitarras, bajos,
micrófonos y teclados, en el fondo, pegada a una pared de la cual colgaba una
manta con el logo de la banda, estaba la batería del joven, un set mediano de
color negro, metales cromados y platillos de bronce al cual el chico tenía un
gran aprecio.
-¡Ay
no mames!, si yo te vi pasar a eso de las tres y media con ella al café al que
siempre van-comentó el bajista mientras tomaba un bajo de la fila-Y luego los
vi regresar como a las cinco, ¿Qué diablos hiciste en esas tres horas?
-Nada-dijo
nervioso el chico-Me fui a dar una vuelta por el centro.
-Eeeeeh,
que se nos hace pinche wey-dijeron en coro sus compañeros.
-Bueno
¿Qué?-respondió en muchacho-¿Vamos a ensayar o no?
La música de la banda era una
mezcla de una voz clara, teclados melódicos, guitarras precisas y un poderoso
bajeo, la percusión del joven era alegre y jovial, cosa que se transmitió a sus
compañeros, tocaron un cover de los Beatles, después tocaron “Try To Stay &
Say” una de sus composiciones, un poco de Keane, el grupo favorito del joven
baterista, algo de AC/DC e improvisaron durante dos horas completas, dando un
alegre ensayo de música alentadora y motivadora, el joven sólo pensaba en las
últimas tres horas.
Un
mes más tarde.
“Maldición, como duelen las
cicatrices, ¿Por qué tiene que vivir en una calle tan empinada?, bueno al menos
trataré recuperar algo del tiempo perdido después de ese mes confinado en mi
cama en la casa de mis padres.”
Esto pensaba el joven mientras se
dolía de sus rodillas en una esquina cercana a la casa de Sonia, su novia de
cuatro meses, para él, ella era el eje central de su vida, la primera en
“serio” como llegaba a decirlo. Por fin llego al portón negro y al tocar el
timbre, de inmediato le abre Sonia y le da un fuerte abrazo.
-¿Ya
estas mejor?-dijo-¿Ya?
-Hugh,
espera-respondió el chico-Si ya estoy mejor, sino, no estaría aquí.
-Mientes-le
contestó-Te vi doliéndote de tus rodillas, aún estas un poco mal.
-Tan
solo quería verte.
Se aferró un poco más y emparejó
su mejilla con la de él.
-Picas-comentó.
-Lo
siento-dijo el joven-no me he rasurado en días.
-Pues
deberías-le ordeno en tono cómico.
-Si
señorita.
La escena del café se repetía.
Unas
semanas más tarde.
-Últimamente
has venido muy seguido-dijo la chica sentada en la silla de su escritorio
mientras leía “Crimen y castigo”.
-Si-asintió
enseguida el muchacho-¿Tiene algo de malo?
-No
nada-le respondió-Dime ¿cómo le dices algo a alguien que no capta las indirectas?
-Ah,
¿Se lo dices a quema ropa?-titubeó el joven-¿Por qué? ¿Quién no capta?
Por toda respuesta la muchacha
solo puso los ojos en blanco
Más
tarde ese mismo día.
“Chale, he notado a Sonia algo
distante, quizás sea… no, no puede ser.”
Esto pensaba nuestro joven mientras tocaba
“Maybe Not” otra de sus composiciones, su percusión denotaba algo de duda y
sonaba insegura, cosa que sus compañeros notaron rápido, dejaron de tocar y el
vocalista le pregunto:
-Wey,
como van las cosas con Sonia.
-Pues-respondió-Van
bien.
-¿Así?-dijo
el guitarrista-Tú batería no dice lo mismo.
-Bueno-admitió
el joven-Tenemos algunos problemillas, eso es todo.
-Mira-le
aconsejó el bajista-Si es que están por terminar, simplemente no te vayas a
derrumbar como la vez pasada, nos costó un huevo y mitad del otro sacarte de
ese agujero en el que te metiste y aún más trabajo costó que te repusieras lo
suficiente como para animarte con ella, solo no hagas nada estúpido.
-Ve
a verla-le dijo el vocalista-Aquí estaremos.
-Eso
es, anda, habla con ella y resuelvan eso de una vez-dijo el guitarrista.
Veinticinco
minutos después.
-Hola-dijo
al momento al que ella le abrió la puerta-Solo vine por unas letras y
partituras que olvide.
-Si,
lo noté-le respondió y le dio una carpeta negra-Ten.
-Ah,
sí, eh, gracias-dudo el chico-Oye ¿Algo de lo que estoy haciendo te incomoda?,
es que la banda sospecha que me quieres tronar, ja ja, tontos.
-Pues
ni tanto-le contesto-Si sigues así…
Se hizo un silencio incomodo, él
la miraba algo asustado y entristecido, ella solo volteaba hacia otra parte.
-Bueno-dijo
por fin el joven-Pues vengo el jueves de la otra semana.
-No
creo que eso resuelva nada-dijo por lo bajo la chica.
-¿Dijiste
algo?
-No-mintió-Nada.
El chico se dio la vuelta cuando
sintió un tirón de la manga de su chamarra.
-¿Qué
pasa?-preguntó el joven.
-Quiero
terminar contigo-le dijo a quema ropa.
-¿Qué?
-Admitámoslo-dijo-Ya
casi salimos del bachiller, tú te irás a… y yo me quedare aquí, además, no
planeo casarme.
-Si,
pero ¿Por qué?-dijo con voz algo quebrada-Quiero saber.
-No
quieres.
-Necesito
saber.
La chica le dio un último abrazo
y le dijo al oído.
-No
tienes necesidad de saber, es más tu necedad por saber.
Lo soltó lentamente y cerró la
puerta, el chico se quito las lágrimas de los ojos y volvió a la bodega.
-Ya
me temía esto-dijo el guitarrista mientras le daba sus baquetas-Toma, ¡anda!,
las penas con pan son buenas.
-Esta
bien-dijo con voz apagada-Qué más le queda a alguien a quien le han quitado toda
esperanza.
Tomó sus baquetas y tocó un
triste y lento solo, poco a poco se fueron integrando los demás miembros de
“The Anonimus” a esa triste melodía.
…
Muy bien estamos llegando a la mitad de esta historia, me pregunto si la debería actualizar, por que me he topado con algunas partes que andan medio oxidadas o que simplemente ahora no significan tanto para mi, pero bueno, háganme saber si les gustaría o no, si quieren leer la historia desde su principio, pueden picarle aquí o verlo desde el archivo y leer todo lo que hay ¡¿Por que jijos no?! No olviden dejar un comentario, sea de blogger o facebook, aunque no se como ponerle el plug-in bien, pero bueeee... comenten!!
Muy bien estamos llegando a la mitad de esta historia, me pregunto si la debería actualizar, por que me he topado con algunas partes que andan medio oxidadas o que simplemente ahora no significan tanto para mi, pero bueno, háganme saber si les gustaría o no, si quieren leer la historia desde su principio, pueden picarle aquí o verlo desde el archivo y leer todo lo que hay ¡¿Por que jijos no?! No olviden dejar un comentario, sea de blogger o facebook, aunque no se como ponerle el plug-in bien, pero bueeee... comenten!!
1 comentarios:
Yo digo que no actualices la historia, igual pulela nada mas pero no le cambies, sea como sea aunq ya no significa mucho para ti ahora, cuandolo escribiste lo significo, tons yo opino que asi la dejes o dale una pulidita pues. La vrdd me gusta tu estilo es como q similar a J.E. Pacheco usando lenguaje coloquial y muy directo.
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